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Caminando de regreso a mi origen, por la acera de enfrente a la que tú sueles transitar, como tratando de no encontrarme de frente con tus sueños y anhelos, y de evitar tropezar con esa pena que obstaculiza sutilmente el paso, puedo notar que hay un bufón, un bufón que me mira y se ríe, se ríe, sí, se ríe de todo lo que he hecho y dejado de hacer, que me mira a los ojos y reconoce cada palabra sin ni siquiera mencionarla, me habla de moral, de la vida, las buenas costumbres y del néctar de alcayota, se ríe de mi forma de caminar y de vestir, de como te hablo, como te escucho, te miro y te contesto...
...Me causa extrañeza su modo de hablar, tiene una expresion que me hace dudar de la certeza de sus palabras, será por que no es capaz de mirar a los ojos, como si escondiera una mentira, un dolor o una verdad mentirosa o más aún, una mentira piadosa (las mentiras piadosas no existen me dijieron algun día; las mentiras, mentiras son)...
...Eso es lo que rescato de ese encuentro, ahora no queda más que tomar otro rumbo evitando pasar por ese lugar fragante de sarcasmo e ironia.

Buasca respuestas en todo lo que no sea real, crea una burbuja, un submundo donde habiten todos los actores de tu imaginacion, donde juegen y compartan en franca comunidad, que rian, amen (no amén) y sueñen al igual que tú, así podrás comprender mejor que esto en un circulo ¿o parte de la elíptica...?
...disfruta del perihelio!

O-F5.